Mientras unos hablaban de los goles de Lewandowski, de los de Suárez y João y algunos del grato recuerdo de Anfield, saltó la bomba en Múnich, aunque cada vez ya sorprenda menos: Gnabry, positivo en COVID-19. El Bayern anunció a última hora de la tarde el contagio de su jugador tras el test que se hizo por la mañana… justo antes del entrenamiento. Es decir, podría haber infectado a algún compañero más. Por ello, la plantilla pasará hoy por la mañana una nueva tanda de test y, evidentemente, sólo los negativos podrán acudir al Allianz. Hay más factores…

En principio, todo apunta a que el encuentro se llevará a cabo atentiendo al protocolo de la UEFA sobre el coronavirus (sigue el partido en directo en As.com). El órgano prevé que pueda jugarse incluso si un equipo sólo cuenta con 13 jugadores (incluyendo un portero). En ese sentido parece improbable que el Bayern no pueda presentarse. Sin embargo, otro actor tiene mucho que decir: el gobierno bávaro.

Las autoridades regionales podrían ordenar una cuarentena para todo el equipo por haber estado en contacto con el caso positivo y, por ende, cancelar el partido. Las cifras de infectados van en aumento en Alemania y se están tomando medidas más restrictivas en todos los sectores, con lo cual no es descartable que el gobierno regional aplique mano dura.

Lo que es seguro es que Gnabry, uno de los futbolistas más en forma del Bayern, tendrá que ver el partido desde su casa, donde ya pasa la cuarentena (es asintomático). Douglas Costa apunta al once, entrando ya en lo estrictamente deportivo de lo que debía ser una gran noche de Champions. Porque el Atleti visita la casa del campeón de Europa. Lo mismo que hizo en marzo, cuanto batió al Liverpool en su hogar, en el paso anterior al batacazo ante el Leipzig. Esta noche, como en Anfield, el equipo rojiblanco llega poco menos que de invitado. El Cholo sabrá aprovecharlo.

Hazaña. En la memoria también la visita de 2016. Nadie ha sometido tanto al equipo de Simeone como ese Bayern de Guardiola. Pero el Atlético sufrió y, a base de coraje y corazón, sacó aquella semifinal adelante. Oblak sigue y la fórmula sirve ahora. Hoy con João Félix y Suárez, que no habrá olvidado la humillación del 8-2.

Y enfrente, un Lucas que quiere ser importante de rojo Bayern. Y un ataque que intimida con Lewandowski y Müller lanzados. Pero los del Cholo no regalarán ni un saque de banda al campeón. A nadie le van más estos choques, aunque ahora sea el más difícil todavía.